Oro Blanco: Cómo las Salinas en Honduras Sustentan a las Personas y a las Aves Playeras


En l. a. Bahía de San Lorenzo, en Honduras, las salineras proveen oportunidades valiosas para el sustento de generaciones de personas, de aves playeras y de una artesanal y desconocida forma de vida.

Traducido por Jorge Rodríguez y Osvel Hinojosa Huerta. De l. a. edición de Verano de 2024 de l. a. revista Dwelling Chicken. Click on right here to learn this tale in English.

“Soy l. a. tercera generación de una familia de producción artesanal de sal en San Lorenzo”, dijo orgullosamente Julia Salazar. Ella es l. a. hija de Julio Salazar, quien ha estado extrayendo sal de esta bahía de l. a. costa del Pacífico hondureño desde 1988 – y nieta de Sabas Nicolas Salazar Molina, quien llegó a l. a. bahía en 1928 atraído por l. a. oportunidad que este precioso mineral proveía.

“Desde niña”, Julia Salazar menciona, “recuerdo despertarme al amanecer y ver l. a. recolección de lo que l. a. gente llama oro blanco”.

A girl with a flower sundress and a camera stands in a muddy field.
Julia Salazar es Becaria de Soluciones Costeras del Laboratorio de Ornitología de Cornell. Foto de Nahún Rodríguez.

En Honduras toda l. a. producción de sal es artesanal, una operación agrícola a pequeña escala realizada principalmente a mano, con trabajadores barriendo estanques poco profundos de agua de mar con escobas para apilar montículos de sal. L. a. región alrededor de l. a. Bahía de San Lorenzo suministra l. a. mayor parte de l. a. sal del país, más del 75% de toda l. a. sal cosechada en Honduras. Pero más allá de las olas del Pacífico y los enormes montículos de oro blanco apilados por los recolectores de sal, Julia Salazar recuerda algo más distintivo de su infancia en l. a. Bahía de San Lorenzo: las aves, en explicit una que conquistó su corazón: l. a. cigüeñuela cuellinegra, conocida como “Soldadito”, bautizada de esa manera porque su forma de caminar se asemeja a l. a. de los soldados cuando marchan.

“Fue esta especie l. a. que más me llamó l. a. atención y me hizo contemplar más a las aves”, dijo, recordando cómo, cuando technology niña, quedó fascinada con el comportamiento de los soldaditos que caminaban en busca de comida y anidaban en el pasto salado justo encima de las planicies de las lagunas artificiales dentro de l. a. salinera acquainted.

“Lo que más me interesó fue como tanto el macho como l. a. hembra protegen sus nidos y a sus polluelos”, dijo Salazar, quien hoy es madre de tres hijos. “Me sentí muy identificada con eso”.

Ese vínculo maternal entre Salazar y los soldaditos se ha convertido en el trabajo de su vida, ya que ahora aboga por l. a. protección de estas aves playeras y sus nidos en l. a. Bahía de San Lorenzo. Durante l. a. última década, lidera un esfuerzo interdisciplinario entre empresas y biólogos hondureños para crear conciencia y salvaguardar los bosques de manglares y los humedales intermareales que hacen de esta bahía uno de los ecosistemas marino-costeros más importantes del país. En 2022, l. a. acumulación de datos sobre las concentraciones de aves playeras en l. a. región resultó en l. a. designación del sistema de humedales Punta Condega-Jicarito como un sitio de 45,393 hectáreas de importancia regional en l. a. Purple de Reservas para Aves Playeras del Hemisferio Occidental (RHRAP), el primer sitio de este tipo en toda l. a. región de Honduras.

El viaje de Salazar para ayudar a obtener reconocimiento nacional e internacional para l. a. Bahía de San Lorenzo ha sido complejo, en el que ha integrado desde el turismo hasta l. a. observación de aves y el fomento de un sentido de empoderamiento comunitario entre los productores de sal. Todo esto lo ha hecho con un impulso constante y su visión explicit acerca de las dinámicas de l. a. Bahía.

“Lo que más destaca de ella es su liderazgo”, cube Osvel Hinojosa-Huerta, director del Programa de Soluciones Costeras del Laboratorio de Ornitología de Cornell, al que Salazar se unió en 2023. “Ha logrado reunir a un gran número de productores de sal y ha ayudado a que aprendan sobre las aves playeras y el rol que l. a. producción de sal juega en su conservación”.

A black and white bird with long, pink legs, flies above a lake.
L. a. Cigüeñuela Cuellinegra es conocida localmente como “soldadito”. Foto cortesía de Sal Para L. a. Conservación.

Una Tradición de más de Dos Mil Años

L. a. práctica de cosecha de sal en l. a. Bahía de San Lorenzo se remonta a más de 2,000 años antes de l. a. conquista española, cuando los indígenas Chorotega emigraron de México y se asentaron en lo que hoy es El Salvador, Honduras y Nicaragua. Sus medios de vida, entrelazados profundamente con el flujo y reflujo de las mareas, giraban en torno a l. a. pesca, l. a. tala de manglares y l. a. producción de sal.

Los Chorotega recolectaban sal evaporando el agua de mar mediante ebullición, una práctica que requería talar árboles de mangle para obtener leña y que persistió hasta después de l. a. llegada de los españoles a principios del siglo XVI. Entonces, l. a. sal technology importante para l. a. conservación del pescado y l. a. carne. Los españoles también l. a. utilizaban para fabricar su moneda. Las actividades mineras coloniales cerca de Tegucigalpa, l. a. capital de Honduras, requerían sal para el proceso de fusión de plata y oro, lo que impulsó l. a. industria salinera en el Golfo de Fonseca.

L. a. entonces alta demanda salinera exigía l. a. implementación de procesos más efectivos y menos costosos. Al principio del siglo XX, l. a. industria salinera hondureña introdujo como innovación el uso de estanques poco profundos, conocidos como asoleadores, que capturan los rayos del sol para mejorar el proceso de evaporación del agua de mar. Esta innovación no sólo mejoró l. a. calidad y el rendimiento de l. a. sal, sino que también alivió l. a. presión sobre los bosques de manglares y permitió l. a. creación de hábitats alternativos para que las aves playeras caminen y recojan invertebrados acuáticos en los estanques someros donde el agua de mar se evapora. Junto con sus extensas planicies lodosas y estuarios, l. a. Bahía de San Lorenzo hoy en día se considera un hábitat necessary de reproducción y una parada clave en l. a. ruta migratoria de las aves playeras.

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“El Golfo de Fonseca (en el que se encuentra l. a. Bahía de San Lorenzo) es de gran importancia para una variedad de aves playeras como el playero semipalmeado y el playero diminuto, porque es una zona de descanso y alimentación”, dijo l. a. ecóloga nicaragüense Salvadora Morales, quien es especialista en conservación para l. a. Purple de Reservas para Aves Playeras del Hemisferio Occidental. “Algunas especies como el soldadito incluso l. a. utilizan para reproducirse”, añadió.

En 1999 l. a. Bahía de San Lorenzo y otras seis zonas más del Golfo de Fonseca fueron designadas como un humedal de importancia internacional por l. a. convención Ramsar, en parte debido a las importantes concentraciones de diferentes especies de aves playeras que se realizan en l. a. zona. L. a. declaratoria también reconoce a este sistema como un hábitat esencial para las tortugas carey y golfina, los cocodrilos americanos y los humedales intermareales de manglares que se encuentran en peligro.

“El sitio, en su mayoría conformado por bosques de mangle, es uno de los ecosistemas más importantes del país”, cita l. a. declaratoria oficial del sitio Ramsar número 1000.

A pesar de l. a. declaratoria, l. a. designación como sitio Ramsar no ha sido suficiente para mitigar l. a. vulnerabilidad del golfo a los intereses corporativos nacionales e internacionales, como l. a. expansión del desarrollo agrícola para el cultivo de melones y caña de azúcar y l. a. floreciente industria del camarón. Desde mediados del siglo XX, el Golfo de Fonseca ha perdido aproximadamente l. a. mitad de su cobertura authentic de bosque de humedal.

“El problema está en tener declaraciones de protección sin fondos suficientes para su implementación”, se lamenta Jorge Palma, esposo de Julia Salazar y director técnico de un parque nacional en el centro de Honduras.

Beautiful vsta of a blue-water bay with green islands of land and mountains in the distance.
TLa designación oficial de l. a. Bahía de San Lorenzo como Sitio Ramsar de l. a. convención de humedales de importancia internacional destacó a los manglares intermareales de l. a. región, declarando que son “uno de los ecosistemas más importantes” de toda Honduras. Foto de Jesús Moo Yam.

Las Aves de San Lorenzo Obtienen Atención y los Ecoturistas Toman Nota

Julia Salazar se graduó de l. a. universidad en 2009 y regresó a l. a. granja de sal de su familia, l. a. Salinera Santa Alejandra, con una licenciatura en turismo de l. a. Universidad Tecnológica de Honduras. Durante sus estudios, había adquirido experiencia realizando recorridos para el público y ahora quería compartir con los hondureños l. a. cultura artesanal de las salineras de l. a. Bahía de San Lorenzo.

Comenzó creando el proyecto “Sal para l. a. Conservación“, un recorrido por l. a. granja de sal de su familia, con l. a. misión más amplia de proteger los ecosistemas marino-costeros del sur de Honduras. En su mente, el gran deseo technology el de unir a todos los productores de sal de San Lorenzo bajo l. a. bandera de una productividad respetuosa con el medio ambiente.

En 2012, Salazar lanzó una sencilla página de Fb que ofrecía recorridos educativos a cualquiera interesado en aprender sobre l. a. producción de sal y sus beneficios ecológicos. Profesores de escuela y universitarios respondieron de inmediato para inscribirse. Pero pronto, ella comenzó a notar el interés de un tipo diferente de cliente: “Curiosamente, también comenzamos a recibir visitas de observadores de aves, atraídos por l. a. facilidad que las granjas de sal brindan para l. a. observación de aves playeras… turistas de Nicaragua, El Salvador y Honduras, y luego de Estados Unidos y Europa”.

De repente, vio renovado su interés en el ritmo de l. a. marcha de los soldaditos que había observado de niña y empezó a notar pequeños huevos cafés que se asemejaban a rocas en l. a. salinera de su familia a lo largo de las costas de l. a. Bahía de San Lorenzo.

“Descubrí pequeños nidos hechos con caracoles, piedras y ramas que contenían de tres a cuatro huevos custodiados por padres dispuestos a luchar para protegerlos”, dijo Salazar. “Aprendí que siempre anidan antes del inicio de las lluvias en las orillas de las lagunas de las salineras. Por iniciativa propia, comencé a monitorear mensualmente las lagunas en busca de nidos o polluelos”.

Sus observaciones permitieron determinar que los soldaditos también anidan en granjas camaroneras, aunque prefieren las granjas de sal por ser un ambiente más pacífico para criar a sus polluelos: “Hay muchas menos perturbaciones que en otros lugares”.

Four mottled eggs in a nest by the shore of muddy water.
Un nido de Cigüeñuela Cuellinegra en l. a. orilla de un estanque de camarón. Picture by way of Varinia Sagastume.

Aumenta l. a. Apreciación por las Aves Playeras – y l. a. Importancia Hemisférica de l. a. Bahía de San Lorenzo

Alrededor de 2014, los excursions a l. a. salinera comenzaron a atraer a biólogos de Aves Honduras, una asociación ornitológica sin fines de lucro, que inició censos oficiales anuales de l. a. población de aves playeras en l. a. Bahía de San Lorenzo. Estos datos llamaron l. a. atención de l. a. Purple de Reservas de Aves Playeras del Hemisferio Occidental, una asociación internacional de conservación que busca proteger alrededor de 120 sitios críticos para aves playeras en todo el continente americano.

“Acompañé a un biólogo de Aves Honduras a observar el comportamiento de Himantopus mexicanus (el soldadito) y Anarhynchus wilsonia, conocido como chorlito de Wilson”, recordó Salazar. Estas experiencias marcaron un cambio significativo en su enfoque y pasión por l. a. conservación ambiental. Inicialmente, Julia centró sus esfuerzos en organizar recorridos y promover l. a. producción de sal a través de su proyecto Sal Para L. a. Conservación. Sin embargo, pronto sintió que su papel evolucionaba hacia l. a. recopilación de datos esenciales para comprender cómo las granjas salineras apoyan los hábitats de las aves playeras.

Si bien inicialmente centró sus esfuerzos para Sal Para L. a. Conservación en organizar recorridos y promover l. a. producción de sal, sintió que su papel evolucionó hacia l. a. recopilación de datos esenciales para comprender cómo las granjas de sal apoyan los hábitats de las aves playeras.

Pero primero tendría que persuadir a su padre. Porque, como l. a. gran mayoría de los salineros y camaroneros vecinos de l. a. bahía. Julio Salazar pensaba que las aves eran una amenaza

“Pensábamos que sus excrementos afectaban de alguna manera a l. a. sal”, dijo. Además, también creía que depredaban una parcela de cultivo de camarones que él operaba: “Pensé que se los comían. Entonces solía dispararles con l. a. escopeta”.

Sin inmutarse, Julia Salazar comenzó a promover l. a. observación de aves playeras en los excursions de Sal Para L. a. Conservación. En 2020 sus monitoreos informales de aves en l. a. salinera acquainted l. a. llevaron a ocupar un puesto en l. a. RHRAP, donde se convirtió en especialista en conservación de aves playeras y de sal para el Programa de Rutas Migratorias. Su trabajo se centró en desarrollar una evaluación de l. a. producción de sal orientada a l. a. conservación de las aves playeras, establecer las mejores prácticas de producción de sal respetuosas con este grupo de aves e identificar las amenazas y los beneficios para las aves playeras en los sitios de producción de sal.

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Los censos de aves playeras realizados a través de l. a. RHRAP y Aves Honduras en l. a. Bahía de San Lorenzo y sus alrededores arrojaron concentraciones significativas: más de 12,000 playeros occidentales contabilizados en un lugar y otro recuento de 5,000 playeros semipalmeados, un ave identificada como especie de Punto de Inflexión en el informe Estado de las Aves publicado en 2022. (Las especies de punto de inflexión han disminuido un 50% en los últimos 50 años y están en camino de perder otra mitad de su población precise en los próximos 50 años).

Durante l. a. marea alta, uno de los conteos encontró más de 100 ostreros americanos, incluidos algunos con bandas en las patas que indicaban que habían sido marcados en sus zonas de reproducción desde Massachusetts hasta Florida por biólogos del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. Otros recuentos registraron grupos de especies mixtas de más de 20,000 playeros, cigüeñuelas y avocetas, incluidos el playero menor, el playero cigüeñuela y el zarapito trinador (las tres también especies en un punto de inflexión).

Los datos sólidos sobre aves playeras justificaron l. a. creación del primer Sitio de Importancia Regional de l. a. RHRAP en Honduras, designado en 2022 en el ecosistema de humedales de Punta Condega-El Jicarito en el este del Golfo de Fonseca. También se convirtió en el primer sitio declarado de l. a. RHRAP que alberga un número significativo de alcaraván, , una especie de ave playera de gran tamaño que se extiende desde América Central hasta América del Sur.

“L. a. declaración de sitio de importancia para el Sistema Punta Condega-El Jicarito es una oportunidad para que los actores locales lleven a cabo acciones concretas de manejo del hábitat para l. a. conservación de las aves playeras”, dijo Morales, especialista en conservación de aves playeras de l. a. RHRAP. “Ya hemos logrado que las granjas camaroneras de l. a. zona se sumen a l. a. purple de monitoreo de aves”.

Toda l. a. atención prestada al hábitat de las aves playeras alrededor de l. a. Bahía de San Lorenzo ha elevado el perfil de los excursions de Sal Para L. a. Conservación. Alrededor de 5,500 turistas y estudiantes han realizado los recorridos hasta l. a. fecha, incluido el embajador de Estados Unidos en Honduras.

“Nos convertimos en un punto de encuentro para los observadores de aves”, contó Salazar, quien aseguró que los observadores de aves ayudaron a cambiar l. a. opinión de su padre sobre las aves. Los excursions han generado hasta el 5% de los ingresos anuales de l. a. salinera, lo que también ha contribuido a establecer un modelo para l. a. producción de sal respetuosa con las aves en San Lorenzo. “Mi papá tiene una mentalidad diferente y participa en los recorridos, recibe a los huéspedes y les muestra l. a. empresa que fundó su padre”.

En esencia, Salazar afirma que el espíritu de su proyecto es fomentar un sentido de pertenencia entre los productores de sal de San Lorenzo hacia l. a. naturaleza circundante de l. a. que dependen, así como hacia el oficio de su trabajo.

“Cuando permitimos que el productor sea parte de estas iniciativas y le mostramos el asombro y l. a. curiosidad de muchos por su trabajo, estamos abriendo caminos importantes para sumar sectores productivos a l. a. conservación del entorno herbal del sur de Honduras”, afirmó.

Protección Oficial y un Papel Continuo para el Ecoturismo

En Marzo de 2023 el gobierno de Honduras ratificó oficialmente l. a. declaración de sitio de l. a. RHRAP del ecosistema de humedales Punta Condega-El Jicarito con el Decreto Legislativo 5-99-E, que clasificó el sitio bajo l. a. categoría de Manejo de Hábitat.

Esta ratificación, sin embargo, genera incertidumbre en Salazar. Teme que, al igual que ocurrió con l. a. designación de sitio Ramsar hace 25 años, el impacto actual de estas declaratorias oficiales en l. a. conservación podría ser mínimo. L. a. designación de Manejo de Hábitat no incluyó ningún plan de acción concreto para reforzar l. a. gestión y l. a. preservación del área.

Dados los bajos niveles de inversión estatal que el gobierno central puede poner en zonas bajo l. a. designación de Manejo de Hábitat en el sur de Honduras, Salazar ve al turismo de observación de aves y a las salineras ambientalmente sostenibles como l. a. mejor esperanza para asegurar el futuro de l. a. Bahía de San Lorenzo como hábitat an important para decenas de miles de aves playeras. El año pasado, en una presentación del Programa de Soluciones Costeras en el Laboratorio de Ornitología de Cornell, habló sobre su visión de integrar l. a. producción de sal y l. a. conservación de aves playeras en el Golfo de Fonseca. L. a. charla de Salazar impresionó profundamente a l. a. administración del programa, que financia iniciativas interdisciplinarias en nueve países latinoamericanos a lo largo de l. a. Ruta Migratoria del Pacífico, para implementar proyectos innovadores con base en ciencia que beneficien a las aves playeras y las comunidades humanas.

“Los proyectos de Soluciones Costeras deben ofrecer soluciones para implementar estrategias de conservación efectivas que se basen en l. a. participación de diferentes disciplinas y sectores, especialmente comunidades locales y partes interesadas, y deben incluir mecanismos de gobernanza, como nuevas políticas públicas, para garantizar el éxito de estas iniciativas a largo plazo”, mencionó Osvel Hinojosa-Huerta, director de CSF. “El proyecto de Julia destacó al cubrir todos estos requisitos”. (Leer sobre el éxito de otro proyecto de salinas y aves playeras en Guatemala.)

Salazar fue seleccionada como becaria en 2023 para lanzar una iniciativa de conservación de aves playeras que promueve l. a. emisión de licencias ambientales para granjas de sal, el desarrollo de fuentes de ingresos alternativas para los productores de sal y l. a. celebración de l. a. cultura de l. a. producción de sal para posicionar a l. a. Bahía de San Lorenzo como un destino turístico. Con su proyecto CSF, ahora trabaja con otros 78 productores de sal en l. a. bahía (aproximadamente una cuarta parte son mujeres) para ayudarles a replicar el éxito de l. a. salinera de su familia, y convertir el turismo de observación de aves en una fuente adicional y sostenible de ingresos.

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Como lo hizo con su padre, el trabajo de Salazar con otros productores en l. a. bahía comienza explicando que las aves playeras no son una amenaza para l. a. calidad de l. a. sal ni l. a. producción de camarón. Por el contrario, son bioindicadores de l. a. salud de los ecosistemas marino-costeros. También les enseña que las aves playeras normalmente no comen camarones, sino que prefieren pequeños gusanos, moluscos y crustáceos que viven bajo tierra. Y, debido a las migraciones hemisféricas de algunas especies de aves playeras, desde Alaska hasta Chile y Argentina, las aves actúan como vínculo entre ecosistemas distantes: su defecación no estropea l. a. sal, sino que hace round nutrientes y hace que los ecosistemas sean más productivos.

Los residentes mencionan que los conocimientos brindados por Salazar ha abierto muchos ojos sobre el rico recurso herbal de las aves playeras en l. a. Bahía de San Lorenzo.

“Julia Salazar vino a enseñarnos l. a. verdadera importancia de las aves migratorias en el medio ambiente”, cube Marcio Molina, productor de sal en l. a. bahía desde 1982. “Creo que todo el sector salinero desconocía por completo l. a. existencia de estas aves y ahora hemos comenzado a valorar lo que significa cuidarlas y apoyarlas cuando pasan por las fincas”, añadió.

“Después de que Julia nos trajo este conocimiento, comencé a detenerme y observar las aves, diferenciarlas y ver sus formas y colores”, comentó Delia Hernández, otra de las productoras de sal de San Lorenzo. “Eso me ha ayudado a entender que a veces realmente no valoramos lo que tenemos porque no sabemos nada de ello”.

En última instancia, Salazar ve l. a. integración de las aves playeras en l. a. producción de sal como una forma potencial de mejorar las certificaciones de los productos salinos, aumentando así los precios. Menciona que es una manera de incentivar a los productores de sal hacia l. a. protección de los ecosistemas y alejarlos de l. a. expansión de las granjas hacia áreas protegidas.

“Ampliar l. a. tierra no siempre equivale a mayores ingresos”, dijo.

Mientras continúa reclutando a los productores de sal como aliados de l. a. conservación, Salazar y otros socios de Sal Para L. a. Conservación visten camisetas con un soldadito adornando sus pechos, un símbolo de l. a. unión entre las aves playeras y toda l. a. vida herbal de l. a. Bahía de San Lorenzo y el legado histórico y cultural de l. a. producción artesanal de sal.

Hoy, Julia Salazar continúa sus recorridos por l. a. salinera de su familia mientras observa a los soldaditos y revisa sus nidos.

“Después de tantos años, sigue siendo fascinante cada vez”, cube Julia. “Todavía se siente como una nueva aventura.

“Son como viejos amigos que te alegra ver de nuevo. No puedo imaginar l. a. salinera sin ellos”.

Sobre el Autor

Jorge Rodríguez es un periodista científico independiente que vive en l. a. Ciudad de Guatemala, Guatemala. Después de trabajar para los periódicos guatemaltecos Prensa Libre y Siglo Veintiuno, Rodríguez se convirtió en un periodista independiente especializado en historias sobre desarrollo sostenible, medio ambiente y pueblos indígenas. Sus escritos han sido publicados por Nationwide Geographic, Mongabay, The Day-to-day Beast y l. a. Purple de Periodismo de l. a. Tierra. En 2015, fundó el sitio internet de noticias Viatori, que se enfoca en el cambio climático, l. a. ciencia, l. a. sostenibilidad y los problemas de los pueblos indígenas en Guatemala y el resto de Centroamérica.

Sobre el Fotógrafo

Jesús Moo Yam es un fotógrafo de conservación independiente en Campeche, México, donde también dirige talleres de fotografía y observación de aves. Sus fotos han sido publicadas en l. a. revista Birding de l. a. American Birding Affiliation.

Sobre el Programa de Becarios para Soluciones Costeras

Mapa de la costa oeste de América Central y del Sur con puntos naranjas que indican la ubicación de los sitios de becas de Coastal Solutions, y los países etiquetados son: México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile.
Los sitios del proyecto del programa de Becarios para Soluciones Costeras. Mapa por Amaranta Delgado.

Desde el 2019, el programa de Becarios para Soluciones Costeras del Laboratorio de Ornitología de Cornell ha empoderado a 30 jóvenes investigadores, ingenieros, arquitectos y expertos en políticas públicas desde México hasta Chile, para trabajar de manera conjunta y desarrollar nuevos enfoques para l. a. conservación de hábitats que ayuden a revertir l. a. disminución de las aves playeras en el hemisferio occidental.

“Estamos reclutando a los mejores y más brillantes jóvenes latinoamericanos para pensar de manera diferente, trabajar en conjunto con las comunidades y lograr resultados significativos de conservación en sitio”, cube Osvel Hinojosa-Huerta, director del Programa de Soluciones Costeras.

Los proyectos de Soluciones Costeras integran l. a. planificación del uso de suelo y las políticas públicas de conservación para trabajar con y junto a las comunidades para cambiar comportamientos y crear legislación para l. a. conservación sostenible. En cinco años, el programa ha ayudado a proteger más de 115,000 hectáreas de hábitats de aves playeras a través de acuerdos de gestión, servidumbres de conservación, ordenanzas locales y regulaciones nacionales. En conjunto, estas victorias en l. a. protección de hábitats han beneficiado directamente a las poblaciones de 28 especies prioritarias de aves playeras, incluyendo al Chorlo Nevado, el Zarapito de Pico Recto y el Zarapito Trinador. Aprende más en el Reporte de Impacto del Programa de Becarios para Soluciones Costeras.–Gustave Axelson

Continúe leyendo l. a. historia major.

Conozca más sobre el éxito de otro proyecto de salinas y aves playeras en Guatemala

Woman stands in the water at sunset with a large bird-spotting scope.
Varinia Sagastume encabeza un esfuerzo de Sal para las Aves Playeras en Guatemala.

A lo largo de l. a. costa del Pacífico de Guatemala, l. a. becaria de Soluciones Costeras del Laboratorio de Ornitología de Cornell, Varinia Sagastume, está implementando una estrategia equivalent al proyecto de Julia Salazar en Honduras  –integrando el turismo de observación de aves en l. a. producción de camarón y sal, generando un sentido de responsabilidad y conexión con l. a. naturaleza entre las comunidades locales.

En 2021, el proyecto capacitó a 36 residentes de Sipacate, un pequeño pueblo costero que depende de l. a. producción de sal, y los apoyó en l. a. creación de un grupo de monitoreo de aves en las salinas. Quince mujeres de este grupo se convirtieron en guías turísticas certificadas por el gobierno guatemalteco, y también fueron capacitadas para contribuir con datos a los grupos de investigación biológica que estudian los ecosistemas marinos costeros de Guatemala.

El surgimiento de guías de turismo para l. a. observación de aves en esta área económicamente desfavorecida creó un nuevo mercado laboral ambientalmente sostenible. En los últimos cuatro años, l. a. observación de aves se ha convertido en una actividad muy common, con aves playeras muy buscadas como el Playero Rabadilla Blanca y el Zarapito de Pico Recto, que hacen escalas a lo largo del Pacífico guatemalteco.

Brown and white bird with a long black bill strides on wet sand.
Western Sandpiper by way of Varinia Sagastume / Macaulay Library.

Al igual que l. a. iniciativa de Sal Para L. a. Conservación de Julia Salazar en Honduras, este proyecto está movilizando esfuerzos de conservación liderados localmente que enfatizan l. a. importancia de las contribuciones de los ecosistemas a los medios de vida de las personas.

“Es importante que tomemos acciones para proteger estos sitios”, cube Sagastume, quien es especialista en conservación para l. a. Fundación Defensores de l. a. Naturaleza así como becaria de Soluciones Costeras. “Si no lo hacemos, no solo afecta a las aves y otros animales que viven en los estuarios, sino también a los sistemas económicos y sociales productivos que se desarrollan en y alrededor de estos ecosistemas”.

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